En Andalucía es obligatorio identificar a las mascotas desde que se publicó la Ley 11/2003, de 24 de Noviembre, de Protección de los Animales, la cual dicta que los gatos deberán ser identificados individualmente mediante un sistema de identificación electrónica normalizado, implantado por un veterinario y dentro del plazo máximo de tres meses desde su nacimiento.

El microchip es un elemento inerte y su implantación es totalmente inocua. La implantación se realiza mediante un aplicador estéril y no requiere la sedación del animal. El transponder consta de unos elementos electrónicos que contienen una información en forma de código alfanumérico. Estos elementos van recubiertos por una cápsula de vidrio biocompatible que garantiza su inocuidad. A la información almacenada en el microchip se accede mediante un lector, del cual disponen las Administraciones Autonómicas en las que la identificación es obligatoria, además de todos los veterinarios que estén registrados como identificadores.